Las guerras no las gana nadie y las perdemos todos, un principio que se ha mantenido inamovible a lo largo de la historia a pesar de que a la guerra se le coloque el calificativo de “santa” o de “justa” Este es lamentablemente el principio que parecen haber olvidado recientemente en Oriente Medio, donde, una vez más, se desató la guerra entre Israel y Palestina.
Una nueva guerra entre Israel y Palestina
La confrontación actual arrancó el 7 de octubre de 2023, fecha en la que ocurrió un sanguinario atentado en territorio israelí contra civiles a cargo de Hamás, organización política y militar palestina, en el cual se atacó un concierto, causando cientos de muertes y secuestrando a muchos de los sobrevivientes, a quienes filmaron mientras los llevaban en vehículos personales.
Ataque de Hamás en territorio israelí, 7 de octubre de 2023
Cómo una organización terrorista logró burlar el aparato de inteligencia más sofisticado del mundo para cometer un atentado a lo interno del propio país es una pregunta capciosa. Casi tan irónica como la afirmación del portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), Nir Dinar, quien calificó el atentado como “nuestro 11 de septiembre”.
En todo caso, ese propio día Israel declaró la guerra contra Hamas. Pero esa es la declaración formal, ya que Israel inició el ataque generalizado contra el pueblo palestino, particularmente contra la población en la Franja de Gaza.
La venganza como estrategia de relaciones internacionales
El brutal ataque que motivó esta nueva guerra dio lugar a una venganza militar de parte de Israel que sin lugar a dudas excede toda normativa bélica, lo que incluye el bombardeo indiscriminado de hospitales y campos de refugiados palestinos.
Ataque israelí contra el Hospital Al Ahli Arab, en la ciudad de Gaza, 17 de octubre de 2023
Esta desenfrenada respuesta israelí ha provocado un terrible número de niñas y niños muertos, que representan la mitad de muertos en el conflicto, lo que no se explica más que por la acción militar indiscriminada.
El jefe de asuntos humanitarios de la ONU, Martin Griffiths, denunció el bombardeo del campo de refugiados de Jabaliya, que dejó decenas de muertos, y lo describió como “la última atrocidad que golpea a la población de Gaza“.
“Se trata simplemente de la última atrocidad que golpea a la población de Gaza, donde los combates han entrado en una fase aún más aterradora, con consecuencias humanitarias cada vez más atroces”, afirmó en un comunicado.
Bombardeo israelí al campo de refugiados de Jabalia, Franja de Gaza, 27 de octubre 2023
Fuente: https://cnnespanol.cnn.com/2023/10/31/enorme-explosion-campo-refugiados-jabalia-gaza-trax/
Decenas de palestinos murieron en el bombardeo contra el mayor campo de refugiados de la Franja de Gaza, un ataque que el ejército israelí confirmó, indicando que iba dirigido contra uno de los responsables del atentado de Hamás del 7 de octubre.
“En Gaza, mujeres, niños y hombres mueren de hambre, traumatizados y asesinados en los bombardeos. Han perdido toda fe en la humanidad y toda esperanza en el futuro”, insistió Martin Griffiths, a su regreso de un viaje a Israel y Cisjordania, al tiempo que reiteró su condena de los “brutales ataques de Hamás” del 7 de octubre.
El mundo se polariza aún más en este conflicto
Lo más grave de esta guerra es que es el tipo de enfrentamiento que el mundo no es capaz de ver desde una perspectiva de neutralidad, porque despierta inevitablemente pasiones muy intensas.
Manifestación contra arribo de israelíes en la pista del aeropuerto Daguestán, Rusia, 29 de octubre de 2023
En todo el mundo se han registrado movilizaciones a favor y en contra de uno u otro frente. Estas movilizaciones van de la mano con persecución contra inocentes. Así por ejemplos se registran ataques contra israelíes y contra árabes, arrestos y una marcada persecución internacional.
Además ya ha causado la ruptura de relaciones internacionales y de régimen de asistencia humanitaria que sostiene al pueblo palestino. Todo esto puede provocar una contracción económica que sin duda será mayor que el causado por otras movilizaciones.
O sea, la guerra ya derrotó al mundo entero.