El pasado 31 de agosto se dio a conocer el IX Informe del Estado de la Educación, que señala un alarmante retroceso debido a problemas estructurales que se han venido arrastrando desde hace varias décadas, que amenazan con desencadenar terribles condiciones educativas y de calidad de vida que impactan a miles de niños y jóvenes en nuestro país.
El documento consta de 5 capítulos. Desde APSE Noticias, hemos diseñado un resumen de cada uno de los capítulos para que usted pueda entender de forma más sencilla el informe. En esta edición, abordaremos el capítulo destinado a la Educación Preescolar, General Básica y Diversificada.
Aumenta tasa de escolaridad, pero hay pérdida de aprendizajes
Unos de los principales hallazgos de este primer capítulo, señala que el Ministerio de Educación Pública logró garantizar la continuidad de la educación, alcanzando cifras históricas en relación a la permanencia de los estudiantes en el sistema educativo.A pesar de esto, no se logró asegurar el desarrollo de competencias clave, principalmente en áreas de matemática y de lectura.
El informe señala que “se observa un avance inercial de los estudiantes en el sistema, pero sin que se mejoren las condiciones de aprendizaje ni se adquieran de manera significativa los conocimientos, habilidades y actitudes suficientes para culminar con éxito sus trayectorias educativas antes de ingresar a la educación universitaria”.
El informe señala que la tasa de escolaridad de las personas matriculadas en educación diversificada aumentó 14 puntos porcentuales, mientras que aumentó en 10,6 puntos porcentuales para el segundo ciclo.
A pesar de lo anterior, un estudio realizado por el Banco Mundial y la Unicef, durante el 2022, indica que las pérdidas de aprendizaje para el caso de Costa Rica, se ubican dentro de las más significativas de la región: es decir, a pesar de que hemos logrado como país mantener a nuestros estudiantes dentro del sistema educativo, no están aprendiendo lo suficiente.
Según el estudio, los estudiantes de nuestro país llevan de uno a dos años de retraso en los conocimientos que deberían haber adquirido para este punto.
Cómo ya se ha señalado en otros momentos, la educación a distancia no hizo más que exponer las graves carencias de nuestro sistema educativo, relacionadas a la formación docente, la evaluación estudiantil y en general a todo el proceso de enseñanza aprendizaje.
Según el investigador del Progama del Estado de la Nación (PEN), Dagoberto Murillo Delgado, los esfuerzos del MEP han sido parciales e insuficientes. Los avances de los estudiantes se deben más a decisiones administrativas y a la flexibilización de los estándares académicos, pero el sistema educativo realmente no ha ofrecido los apoyos necesarios para solventar los graves rezagos de aprendizaje que está teniendo la población estudiantil.
La pobreza de aprendizajes se acentúa
El IX Informe Estado de la Educación, señala que el país “se encuentra en una situación crítica de pobreza de aprendizajes. El informe describe la “pobreza de aprendizajes” como la incapacidad que tiene un niño o niña de 10 años por leer, comprender o escribir un texto simple.
Esto se desprende de dos encuestas que se realizaron a docentes de primero y cuarto año de escuela, según Katherine Barquero Mejías, investigadora del PEN, “La mayoría de las personas docentes encuestadas considera que sus estudiantes de cuarto grado poseen competencias en escritura y lectura por debajo de su nivel educativo y edad”.
La primera encuenta fue realizada a 492 docentes de cuarto año y visibilizó algunos datos como los siguientes:
El 62% de los docentes encuestados indicó que la mayoría de sus estudiantes no son capaces de reconocer temas centrales de un texto y tampoco pueden leer con fluidez. En relación a las capacidades de escritura, 70% de los encuestados consideraron que se presentan graves deficiencias en la escritura de un texto.
Por otra parte, 82% de los docentes encuestados perciben una desmejora en los conocimientos en escritura y lectura comparado con generaciones anteriores.
Otra situación percibida por el 82% de las personas docentes encuestadas es que, en comparación con generaciones anteriores, su alumnado presenta menores conocimientos en escritura y lectura; el 9% dijo que tienen mayores conocimientos y el resto (9%) considera que es similar a generaciones previas.
La segunda encuesta se aplicó a 260 docentes de primer grado en la GAM respecto a las habilidades generales para aprender y el nivel de lectoescritura con el que ingresaron sus estudiantes en el 2022.
Al igual que en el caso de los docentes de cuarto grado, la mayoría del personal docente de primer grado también identifica serias deficiencias en las habilidades de lectoescritura, entre lo que destacan problemas para reconocer sílabas, escribir letras o sus proipios nombres e identificar sonidos asociados a letras.
La investigadora Murillo destacó la importancia de desarrollar el procesos de lectoescritura a edades tempranas, pues quien no aprende a leer en primer o segundo grado de la escuela, tendrá muchas más posibilidades de presentar dificultades de aprendizaje en años posteriores.
Finalmente en el informe se señala que el aumento de la pobreza de aprendizajes en el país podría impactar negativamente los ámbitos social, económico y humano, ya que reduce el acceso a las oportunidades e incrementan las desigualdades, por lo que sugieren a las autoridades tomar acciones urgentes para mejorar las habilidades de lectura y escritura de la población estudiantil.
Sistema educativo experimenta retrocesos en áreas estratégicas que ayudarían a salir de la crisis
Según el IX Informe del Estado de la Educación, Costa Rica atraviesa un escenario preocupante, producto del deterioro de las condiciones del desarrollo profesional docente y de la falta de inversión en el sistema educativo. El presupuesto asignado para la educación en el año 2023 ha sido el más bajo en 9 años.
Si bien estas tendencias vienen de hace varios años, se han agudizado particularmente a partir del año 2020. siendo justamente el debilitamiento en inversión, una de las tendencias más graves. El investigador Dagoberto Murillo, señala que “mejorar la calidad del sistema educativo depende tanto de la garantía de los recursos necesarios para superar los rezagos históricos que arrastra el país como de la atención de los desafíos generados por la pandemia”
“Respecto al Producto Interno Bruto (PIB), el presupuesto asignado para educación en 2023 ha sido el más bajo de los últimos nueve años, lo cual impacta fuertemente en las políticas que buscan la permanencia de poblaciones vulnerables en el sistema educativo, por ejemplo, mediante incentivos como becas, transporte o el servicio de comedor” señaló el investigador.
Según la Contraloría General de la República, el presupuesto para el sector educativo es el más bajo en nueve años, siendo este de aproximadamente 2780 millones de colones, lo que representa apenas el 6% del Producto Interno Bruto. Esto representa 2 situaciones muy preocupantes: en primer lugar, el desacato al mandato constitucional de invertir el 8% del PIB en educación, y en segundo lugar, este monto representa una rebaja del 1,2% con respecto al presupuesto inicial del 2022. Esta reducción en el presupuesto termina por impactar programas que benefician el acceso y la permanencia de la población estudiantil en el sistema educativo, como lo son por ejemplo el transporte, las becas o los servicios de comedores escolares.
Incumplimiento de acuerdos estratégicos comprometen el avance en las aspiraciones nacionales
Las personas investigadoras señala como uno de los principales hallazgos el incumplimiento de acuerdos nacionales en áreas claves. Estas áreas registran avances lentos desde hace casi una década, refiriéndose a tres casos específicos:
- Poco avance en la cobertura de escuelas que impartan en currículo educativo completo.
- Estancamiento de la apertura de nuevos colegios técnicos.
- Implementación de las pruebas de idoneidad para reclutar al personal docente.
Con respecto al avance en la cobertura de escuelas que imparten el currículo completo, al día de hoy solo 1 de cada 12 escuelas tienen esta oferta. Esto representa apenas 317 de las 3687 escuelas en el país. La meta según el Plan Nacional de Desarrollo de la Administración Alvarado Quesada, era alcanzar una proporción del 33% escuelas en modalidad de horario regular. Sin embargo, al día de hoy, solo se lograron sumar 81 escuelas más que en 2018. Todo esto, a pesar de que desde 1997 el Consejo Superior de Educación acordó un plazo de 10 años para universalizar el currículo completo.
Según el investigador Dagoberto Murillo, al ritmo actual, a Costa Rica le tomaría alrededor de 60 años lograr que el 33% de las escuelas ofrecieran el currículo completo, a lo que investigador del PEN,
“La universalización quedaría para muy entrado el siglo que viene. Claramente, esta es una tarea impostergable, no solo para disminuir las desigualdades dentro del sistema educativo, sino para construir bases sólidas de los aprendizajes”.
Colegios técnicos
Con respecto a los Colegios Técnicos, también se había fijado una meta que tampoco se logró cumplir. La intención era fortalecer la matrícula para esta modalidad, sin embargo, entre el 2014 y el 2023, se crearon solamente 2 colegios técnicos nuevos, siendo la cobertura de esta modalidad cercana al 30%, cuando se pretendía que fuera del 40% para el año 2022.
A esto se le suma la fallida Ley de Educación y Formación Técnica Dual, que buscaba capacitar a los estudiantes en la incorporación al mundo laboral, lo cual al día de hoy, no ha generado resultados significativos.
En el informe se menciona qué “la educación técnica es fundamental para el desarrollo del país, ya que esta ofrece a la población joven una alternativa para continuar estudios universitarios en sus áreas de interés, lo cual tiene el potencial de incrementar los niveles de calificación y productividad de la fuerza laboral.”