Artículo de opinión de: Silvia Chacón Ramírez
¿Se ajusta la visión de reforma curricular del gobierno a la visión construida en la formación de docentes para primera infancia que ha propuesto la Universidad de Costa Rica?
Primero debo aclarar, que yo me pensioné a principios del año 2019, de la UCR, después de 39 años de servicio. Entonces voy a tratar de dar respuesta a esta pregunta, como académica que conoce muy bien el desarrollo de la formación de docentes en la UCR, muy particularmente en la Sección de Educación Preescolar, porque coordiné por varios años la comisión que trabajó con la reforma curricular para la formación de docentes en esta Sección y que entró en vigencia en el año 2018.
La carrera de educación preescolar tiene más de 60 años y está acreditada por SINAES, siempre ha estado en consonancia con las pretensiones ministeriales, pero también va más allá. Por ejemplo, desde hace unos 20 años se empezó a interesar por la formación de docentes para atender niñez temprana, desde los 0 meses, precisamente para cubrir lo estipulado en las disposiciones ministeriales, sobre la concepción de la Educación Preescolar establecida en el decreto 333-E de 1973.
Es una carrera que se ha movido mucho, siempre investiga y experimenta nuevas formas pedagógicas en la formación de docentes. Lo que siempre permanece es la práctica docente, pero es una práctica consciente que lleva a la construcción del saber pedagógico.
Desde el 2018 entró en vigencia el nuevo plan de estudio, cuyo enfoque pedagógico es la fusión de la ecoformación y pedagogía crítica. Ya la pedagogía crítica se venía implementando. Con la ecoformación, desde hace algunos años se venía trabajando con el personal docente de la carrera, en una intención por tomar conciencia con la forma como educamos a la humanidad, en particular a la niñez y por tanto de cómo formamos futuros docentes.
La ecoformación nos plantea el reto de cómo formar humanos capaces de habitar la tierra. Porque vivimos una crisis planetaria en cuanto a clima, la convivencia y la solidaridad, esto tiene repercusiones muy fuertes en la forma como educamos a nuestra humanidad y a la nike en nuestro caso. La geografía y la geopolítica están cambiando mucho. Los movimientos migratorios empiezan a ser más fuertes por razones climáticas.
Entonces nuestra niñez, esa, la pequeña y la que está naciendo, en 30 o 40 años le tocará lidiar con el desastre de las secuelas de la era industrial, con lo que nosotros hicimos y dejamos de hacer, lo que afecta a la tierra, el aire y el agua. La convivencia será más difícil todavía.
Entonces cómo es que nos formamos para habitar nuestro planeta, para construir comunidades más coherentes con la naturaleza. Los seres humanos somos la especie que modifica intencionadamente el entorno, pero eso tiene repercusiones planetarias, en Costa Rica lo vemos, cómo ha cambiado nuestro territorio, cómo cambia nuestra cultura con las migraciones (eso no es malo, es interesante y se aprende). Pero hay alteraciones en la convivencia humana y la convivencia con otras especies. Entonces cómo darle la vuelta a la tortilla y más bien cómo habitar para sustentar la Tierra. Estas son cuestiones de una profunda ética pedagógica.
La pedagogía crítica nos permite tomar consciencia y actuar, pensando en la justicia social. Entonces la ecoformación y la pedagogía crítica nos dan una perspectiva para hacer educación y hacer pedagogía. El interés es la niñez, para que aprenda a mirar su entorno, respetarlo y aprender a convivir solidariamente. De esta manera es que la carrera cuenta con cinco principios pedagógicos:
- La humanización de las personas
- Una ética de la solidaridad
- La interdisciplinariedad y la transdisciplinariedad como formas de mediar los procesos formativos
- La praxis pedagógica como sustento del saber pedagógico
- La investigación como estrategia formativa
Entonces cuando se habla de formación docente, estamos hablando de formar personas con un profundo saber pedagógico.
Toda esta visión formativa se refleja muy bien en la política curricular “Educar para una nueva ciudadanía”, propuesta en el 2015 por el Ministerio de Educación del período del gobierno anterior, siendo ministra Sonia Marta Mora. Esta política habla de una edcació basada en derechos humanos y desarrollo sostenible. Y habla del desarrollo de habilidades para pensar el mundo; vivir, relacionarse e integrarse con ese mundo. Esto es muy compatible con la ecoformación y la pedagogía crítica de la carrera de educación para primera infancia de la UCR.
En el presente período de gobierno, la señora ministra de educación, doña Katherina Muller, habla del desarrollo del emprendedurismo y de las habilidades blandas.
El emprendedurismo es una estrategia de sustento económico individual, para mediar el libre mercado. Si bien es válida porque vivimos en un entorno capitalista, hay que tener cuidado de no ponerla en el centro de la educación y perder el norte de una educación que busca convivir sustentablemente en el mundo.
Así las cosas, desde este punto de vista la carrera de educación preescolar no es tan compatible con esta parte de la propuesta del Gobierno. Aunque debo decir que la carrera, en su nivel de licenciatura, tiene un énfasis en la gestión de proyectos, donde el estudiantado aprende a diseñar y gestionar proyectos educativos para primera infancia, pero no como una forma de sustento económico individual, sino como una forma de diseñar proyectos que ayuden a una atención plena de la niñez.
Sobre las habilidades blandas, tal vez encontraríamos más coincidencias en el desarrollo de un segundo idioma, el trabajo en equipo e interdisciplinario. La carrera de educación preescolar ha incorporado estas estrategias formativas, porque sin duda se requieren para una mejor convivencia.
Mi preocupación está en dejar de lado la propuesta curricular de “Educar para una nueva ciudadanía” y que prestemos más atención a una educación que responda a las necesidades económicas, del mercado.
*Los artículos de opinión publicados en este noticiero no reflejan o representan de ninguna manera la posición oficial de APSE Sindicato.